La decisión de Rusia de entregar los misiles S-300 a Siria es un hecho digno de celebrarse por cuanto que refuerza las defensas del país árabe frente a los diversos agresores, y en especial frente a Israel. Este hecho va a cambiar la situación en Oriente Medio. El ministro de Defensa ruso ha anunciado también la utilización de medidas electrónicas y electromagnéticas para anular los radares y la localización por satélite de los aviones que ataquen Siria. Todo ello convierte al espacio aéreo sirio en uno de los mejor protegidos del mundo.
Esto supone un cambio en las reglas del enfrentamiento y de disuasión y una declaración implícita por parte de Rusia de que Israel ha traspasado las líneas rojas no sólo por ostentar la responsabilidad por el derribo del avión Il-20, con la correspondiente muerte de 15 militares rusos, sino por