“8. La
realidad del desastre que estos movimientos migratorios suponen para los países
de origen y los de destino es tan clara y evidente -como lo es su origen en una
bárbara estrategia empresarial de disparar sus beneficios a través de la
disposición masiva de mano de obra barata- que para superar estas barreras
sicológicas sólo hay necesidad de una cosa: hablar y comunicar. Por un lado,
transmitir la información y, por el otro, el paso del tiempo necesario para ir
asimilando la realidad a la que de una forma u otra lógicamente nos resistimos”.