"8. El salario mínimo es un importante instrumento para reorientar en la dirección correcta los beneficios empresariales. Recordemos que el objetivo del empresario no es crear riqueza ni crear bienestar social, sino maximizar su cifra de beneficios. Es función del Estado asegurar que el beneficio empresarial coincida –o se acerque lo más posible- al interés general. Para ello, el Estado debe incentivar las actividades de mayor interés social (la inversión en I+D, el equipamiento tecnológico, …) y debe desincentivar la consecución de beneficios fáciles a través de la contratación de mano de obra barata. El salario mínimo es un instrumento fundamental para este último objetivo".
"8. Se estima que, triplicando los esfuerzos económicos destinados a la energía de fusión nuclear, los plazos para su operatividad y comercialización se reducirían a la mitad, lo que nos situaría ya en un entorno de 10-15 años a partir de ahora. Se trata de plazos que pueden ya perfectamente integrarse en la planificación a largo plazo de nuestro desarrollo económico y social. La Agenda 2030 se sitúa en un contexto temporal similar y los objetivos de desarrollo sostenible, reducción de las emisiones de carbono, etc., que parecen ser incompatibles con la realidad actual de nuestras opciones energéticas, pueden hacerse posibles y verosímiles mediante una apuesta intensiva por la energía de fusión nuclear que haga viable su implantación durante la década que se inicia precisamente el 2030".