"6.
Cuando los partidos socialdemócratas dejan de
depender de sus afiliados para financiarse, la consecuencia de alejamiento de
la dirección con respecto a la base es casi inevitable. Los afiliados,
sencillamente, dejan de ser necesarios para convertirse progresivamente en un mero
instrumento. El propio alejamiento entre dirección y base del partido, a su
vez, debilita crecientemente la capacidad de los partidos socialdemócratas de
atraer afiliados y, con ello, la capacidad de las cuotas de los afiliados de
financiar las actividades del partido. Un círculo vicioso que, a largo plazo,
resulta suicida para el proyecto socialdemócrata".