El Futuro del Modelo de Desarrollo Vasco COVID-19. ENSEÑANZAS DEL IMPACTO EN LA CONCILIACION. DERECHOS DE LA MUJER Y DE LAS FAMILIAS

1.      Lo sucedido durante la epidemia COVID-19 y, muy en particular, durante las medidas de confinamiento y cierre de actividades, ha impactado de forma gravísima sobre los derechos de los ciudadanos en general pero, de forma muy especial, ha impactado gravemente en el ámbito de la conciliación de las actividades laborales y familiares.
2.      Lo más llamativo de este impacto sobre la conciliación es, una vez más, lo poco que se ha hablado sobre ello. O, si se prefiere, la tremenda desproporción entre el impacto real de lo sucedido y la escasa atención que a este tema han dedicado los medios de comunicación.
3.      El impacto cuantitativamente más grave e impactante ha sido, probablemente, el de millones de familias que se han visto sometidas a la doble obligación de acudir a su puesto de trabajo por un lado y de mantener a sus hijos menores de edad en casa por el otro.
4.      La situación creada a todas estas familias ha sido caótica. Quien ha podido ha recurrido a la colaboración familiar y algunas personas han recurrido incluso a acudir a su puesto de trabajo acompañados de sus hijos o hijas. Millones de personas –mujeres fundamentalmente. se han visto obligadas a optar entre cumplir sus obligaciones laborales y atender sus compromisos familiares, con graves situaciones de desatención infantil en muchos casos y con serios deterioros de los compromisos laborales en otros.
5.      Las medidas adoptadas para hacer frente a COVID-19 han sido catastróficas para todos, sin duda. Pero lo sucedido con respecto a la conciliación laboral y familiar ha sido sistemáticamente ocultado por los medios de comunicación y, como consecuencia de ello, ha pasado socialmente desapercibido.
6.      Este hecho nos obliga a realizar una reflexión y a obtener de la misma las consecuencias oportunas cara al futuro. Lo sucedido nos revela, aparentemente, que –fuera de las declaraciones verbales y de ciertas medidas de menor trascendencia- seguimos sin tomarnos en serio el reto de la conciliación y, con ello, seguimos sin tomarnos en serio el trabajo doméstico, el tiempo dedicado a nuestros hijos, la evolución demográfica y la propia supervivencia de nuestra sociedad.
7.      El actual caos en la conciliación se produce a la vez que distintos informes nos alertan sobre la catástrofe demográfica a la que el País Vasco –y Europa en su conjunto- se encamina. Una catástrofe en cuya raíz se encuentra precisamente la falta de valoración del trabajo doméstico y el haber obligado a millones de mujeres a horarios laborales de explotación por verse compelidas a sumar a las 40 horas de dedicación laboral al menos otras tantas de atención al trabajo doméstico. Pocas dudas hay de que esta dinámica era incompatible con el mantenimiento de las tasas de natalidad y que son el factor fundamental –aunque no el único- que nos ha llevado a este cataclismo demográfico.
8.      En este contexto, resulta a la vez sorprendente y alarmante la falta de atención a lo sucedido durante esta crisis del COVID-19 en relación con la conciliación laboral y familiar. Es urgente que, partiendo del análisis de lo sucedido, extraigamos cuanto antes las conclusiones oportunas cara al futuro.
9.      Una vez más, hemos actuado como si el trabajo doméstico no existiera, cuando sabemos que –en la realidad- en el mismo se gestan las bases de nuestra propia supervivencia a largo plazo. Una vez más, millones de mujeres han pagado las consecuencias, con su esfuerzo personal y con su posicionamiento laboral. Nuestra sociedad tiene que dar un giro estratégico de 180 grados con respecto al reto de la conciliación. Y tiene que hacerlo de forma urgente.