Desarrollo Regional China - Gipuzkoa - País Vasco CÓMO SUPERAR LAS LIMITACIONES DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS


 Desarrollo Regional
China - Gipuzkoa - País Vasco


1.      Ya hemos visto cómo resulta poco realista pretender que nuestros partidos políticos desarrollen un papel de dinamizadores del desarrollo local y regional comparable al desempeñado por el Partido Comunista de China. Más aún el creciente cortoplacismo y la obsesión electoralista alejan cada vez más a nuestros partidos de cualquier posibilidad de desarrollar esa función.
2.      De cualquier forma, los partidos políticos son estructuras necesarias en nuestro sistema político, aunque su papel sea cada vez menos de dinamizadores del desarrollo y más de “gestores de corto plazo” o “gestores electorales”.  
3.      Ante esta realidad, cabe plantearse tres opciones:
A.     El fortalecimiento de los partidos políticos actuales o el impulso de nuevos partidos de masas.
B.     La dinamización de los partidos políticos a través de otro tipo de estructuras sociales
C.     Renunciar a la dinamización política del desarrollo y dejarlo, como sucede en este momento en el País Vasco, en manos de empresas y corporaciones empresariales.
4.      La duda de fondo es si los actuales partidos políticos son capaces de regenerarse a sí mismos o no. Y, en otro caso, qué tipo de estructuras sociales pueden ser capaces de incidir en los partidos políticos.
5.      Por supuesto, un ámbito con capacidad directa para incidir, y que incide sistemáticamente, sobre los partidos políticos, es el corporativo: de forma directa o a través de los medios de comunicación. La cuestión clave es si existe o puede configurarse algún ámbito de influencia suficientemente representativo de los intereses generales de los ciudadanos vascos. Si, por razones, obvias, excluimos a los empresarios, en el momento actual tendríamos que fijarnos en dos ámbitos socioeconómicos muy concretos:
-          las organizaciones sindicales
-          el movimiento cooperativo
6.      Tanto las organizaciones sindicales como las cooperativas destacan en el País Vasco por la eficiencia y seriedad en la representación de los intereses generales y en el desarrollo de su propia función.
En algunos casos, este tipo de organizaciones han representado un papel de dinamización de la vida política. En el caso de los sindicatos, influyendo sobre organizaciones políticas que han considerado cercanas (socialdemócratas o laboristas habitualmente) e incluso financiándolas. En el caso de las cooperativas, este tipo de actuaciones se ha limitado a casos excepcionales, como el Cooperative Party en el Reino Unido.
7.      Sin embargo, sindicatos y cooperativas están muy centrados en gestionar sus propias organizaciones y sus propios retos y –al menos en el caso del País Vasco- no se detecta ningún tipo de intención de incidir de forma sistemática en la configuración u orientación estratégica de los partidos políticos.
8.      Esto nos situaría en el contexto hipotético de la existencia o surgimiento de algún tipo de organización de masas no sometida al fraccionamiento y cortoplacismo electoral pero que, a su vez, tuviera capacidad de influencia sobre la sociedad y sobre los propios partidos políticos, impulsando en los mismos la perspectiva de largo plazo y el compromiso con el desarrollo socioeconómico.
9.      Este tipo de organizaciones, legales, ilegales y alegales, han existido en todo tipo de países y contextos. Configuradas como organizaciones secretas, grupos de interés, o incluso servicios de inteligencia, han incidido e inciden sistemáticamente sobre grupos y partidos políticos. Sin embargo, la cuestión clave que nos planteamos es la de organizaciones de amplia representación que estén suficientemente alineadas con los intereses generales. Es, en cierta forma, el papel que desarrolla en China el Partido Comunista y que en otros países emergentes desarrollan organizaciones de masas cuyo objetivo es precisamente dinamizar tanto la sociedad civil como los partidos políticos.
10. Desde luego, nada de esto parece en este momento previsible a corto o medio plazo en el País Vasco, donde la sociedad civil ha estado en buena parte protagonizada por movimientos o partidos políticos que, a su vez, se van progresivamente debilitando estructuralmente sin que la sociedad civil haya todavía creado alternativas de dinamización social. Mientras esto sucede, es muy posible que el impulso estratégico del desarrollo local y regional en el País Vasco tenga que partir de personas concretas e iniciativas concretas con capacidad de superar, al menos de forma parcial o coyuntural, las limitaciones estructurales del contexto sociopolítico actual.