1. La relación entre la aportación de capital y la aportación de trabajo
en el conjunto del sector productivo sigue unas proporciones que no son
constantes, sino que evolucionan de forma creciente a favor de una mayor
proporción de capital y menor de trabajo.
2. Este fenómeno se identificó ya desde el comienzo de la Revolución
Industrial y se ha constatado de forma continuada durante los dos últimos
siglos. Es una consecuencia directa de la inversión empresarial destinada a
aumentar la productividad empresarial. La inversión en capital aumenta la
productividad del trabajo y, de forma progresiva, aumenta el cociente
capital/trabajo en el sector productivo. Un proceso que resulta esencial para
el desarrollo económico a corto y medio plazo pero que, a largo plazo, tiene
algunas repercusiones negativas que pueden resultar sorprendentes.
3. Este proceso de “intensificación” constante de capital es una de
las características fundamentales para entender los mecanismos de la economía
industrial. Y resulta de una gran importancia para comprender algunas
cuestiones clave del modelo de desarrollo europeo, y occidental en general.
4. Veamos cómo, por ejemplo, la relación entre nivel de vida e
intensidad de capital es muy estrecha:
..... (v. texto completo)
5.
Pero la
intensificación de capital tiene una doble vertiente, en principio
contradictoria. Mientras, por un lado, se relaciona directamente con el
incremento de la productividad del trabajo y, por lo tanto, con la generación
de riqueza, la acumulación relativa de capital tiende a generar inversiones más
costosas por valor añadido generado. Y esto supone una mayor dificultad de
rentabilizar las inversiones futuras.
6.
Es decir, nos
encontramos con una evolución constante hacia una mayor intensidad de capital
que, a la vez, genera una creciente dificultad de rentabilizar las inversiones
futuras. Los empresarios más agresivos obtienen grandes beneficios por la
mejora de su posicionamiento competitivo derivada de estas inversiones y, a la
vez, obligan a los restantes empresarios a realizarlas para no quedar fuera del
mercado. Para el conjunto del sector productivo, las inversiones tienden a
hacerse más costosas –menos rentables- a medida que el proceso de acumulación
de capital se intensifica.
7.
Todo ello,
por supuesto, dentro de un análisis simplificado. En la realidad, otros
factores inciden en sentido contrario, tanto para ralentizar la intensificación
de capital como para contrarrestar sus efectos negativos sobre la rentabilidad
de las inversiones.
8.
La intensidad
de capital tiende a crecer constantemente tanto en la agricultura como en el
sector industrial y en los servicios. Sin embargo, la sustitución de actividad
industrial por servicios de bajo valor añadido genera temporalmente una
disminución de la intensidad, al menos en los sectores afectados. A la vez, el
efecto negativo sobre la rentabilidad de la mayor intensidad de capital puede
ser contrarrestado por distintos factores que impulsan la rentabilidad de las
inversiones.
9.
Se trata de
un proceso que parece haberse “disparado” a partir de la Segunda Guerra Mundial
en el conjunto de Occidente (y desde la segunda década del siglo XX en Estados
Unidos):
..... (v. texto completo).
10. La explosión de la
intensidad de capital a partir de los años 20 en Estados Unidos y de la Segunda
Guerra Mundial en el conjunto de Occidente ha llevado a distintos autores a
relacionar este proceso tanto con los períodos de alto crecimiento de estos países
hasta los años 70 como con la caída de la rentabilidad a partir de los años 70.
11. Si esto fuese cierto, nos
encontraríamos con un impacto negativo sobre la rentabilidad de la mayor
intensidad de capital que –durante estos años- se ha intentado compensar por
distintas vías sin éxito. Según algunos autores, la historia del capitalismo es
una creciente búsqueda de vías de rentabilización de las inversiones que
compensen la creciente intensidad de capital. Es posible que esta compensación
no haya sido suficiente desde los años 70 y que ésta sea la razón fundamental
del continuado aletargamiento de la economía occidental, sólo compensado con un
constante incremento de deuda destinado a mantener artificialmente el ritmo de
crecimiento.
12. Lo cierto es que las grandes claves de lo sucedido en el modelo
socioeconómico occidental desde los años 70 responden bastante bien a lo que,
desde los economistas clásicos, se venían considerando como estrategias
destinadas a rentabilizar las inversiones:
VIAS COMPLEMENTARIAS / EXTERNAS
DE RENTABILIZACION
|
ESTRATEGIAS APLICADAS DESDE LOS
AÑOS 70
|
Búsqueda de fuentes
complementarias de rentabilidad en otros países
|
-
Globalización
-
Deslocalización
|
Búsqueda de fuentes
complementarias de rentabilidad en otros sectores
|
-
Privatizaciones
-
“Energías renovables”
|
Reducción de costes laborales
|
-
Acoso y debilitamiento de los
sindicatos
-
Reformas laborales / contención
salarial
-
Incorporación masiva de mano de
obra barata femenina
-
Incorporación masiva de mano de
obra barata extranjera
|
Reducción de otros costes
|
-
Cuestionamiento progresivo del
estado de bienestar
-
A partir de los años 90: Reducción
drástica de los tipos de interés.
|
13. Como vemos, lo sucedido durante estas décadas responde de forma
bastante directa a lo que los análisis de los economistas del siglo XIX ya
identificaban como respuestas habituales a los problemas de rentabilidad de las
inversiones. La concreta ubicación del problema de falta de rentabilidad como
una consecuencia del impacto negativo de la acumulación de capital requiere un
análisis más detallado, pero sí parece que, en principio, sería una explicación
coherente de lo sucedido.