1.
Ayer sábado, los
grandes medios de comunicación estadounidenses (es decir, Wall Street) se
adelantaban a “proclamar” a Biden como ganador de las elecciones y, por lo tanto,
como “Presidente Electo”. Se trata de una operación de envergadura, destinada a
dificultar cualquier oposición y, en particular, el avance de las impugnaciones
anunciadas por los republicanos.
2.
Los
posicionamientos ante esta “proclamación” son, por todo ello, muy reveladores. Lanzarse
a felicitar a un candidato cuando todavía puede haber dudas de si será
efectivamente el ganador en las urnas es muy comprometido políticamente. Como
también lo es no felicitarle.
3.
Evidentemente,
tratándose de los Estados Unidos, todas las grandes potencias felicitarán al
ganador una vez que estén realmente seguras de que lo es, por muy negativamente
que valoren el resultado de las elecciones. Pero las felicitaciones cuando
todavía existen dudas son de gran interés para identificar a los verdaderos
amigos y enemigos de uno u otro candidato.
4.
En principio,
podemos pensar que los supuestos amigos y enemigos de Trump apuestan por
felicitar o no a Biden en función del nivel de su adhesión al actual presidente.
Por supuesto, los líderes europeos, prácticamente todos dependientes de Wall
Street, se han apresurado a seguir la consigna de los medios corporativos
felicitando a Biden.
5.
Por su
relevancia, están resultando muy significativas las posiciones adoptadas al
respecto por algunos líderes mundiales que, al menos por el momento, han
decidido no felicitar a Biden. En particular:
-
El Presidente de México: López
Obrador
-
El Presidente de la Federación
Rusa: Vladimir Putin
-
El Presidente de China: Xi Jinping
6.
¿El
Presidente de México? ¿No están los mexicanos indignados por el racismo
anti-mexicano de Trump? Pues no. La realidad es que Trump ha batido records en
la captación del voto hispano. Y que las relaciones entre Trump y López Obrador
han sido más que cordiales.
Sobre Rusia ya nos habían dicho los medios que era algo así como
un extraño “cómplice” de Trump, pero ¿Xi Jinping? ¿No ha sido Trump el mayor
enemigo de China? ¿No debería China odiar al ultraconservador y seudofascista
Trump? ¿O es que tampoco en este caso las cosas son como nos dicen “nuestros”
medios?
7.
Evidentemente,
todo puede cambiar en unas horas y, por una u otra razón, cualquiera de estos líderes
puede decidir enviar esa felicitación. Pero el posicionamiento de este primer día
es, ciertamente, muy revelador. Estos líderes saben que la realidad no tiene
nada que ver con lo que nuestros “progres” nos venden y que Biden-Harris no son
“progresistas” sino representantes directos de Wall Street y de las fracciones
más belicistas de la oligarquía financiera. Y saben también que la carrera por
la Presidencia de Estados Unidos no está todavía decidida.