Aplicación del Kurzarbeit
EL DESEMPLEO COMO EXTERNALIDAD NEGATIVA
AUDIO: https://youtu.be/Demi02QBq5E
TEXTO (PDF): https://yadi.sk/i/nhxRRz8iRRPaWg
1.
Consideramos
como “externalidades negativas” los impactos negativos de la actividad de las
empresas que no se reflejan en costes para la misma. El ejemplo habitual es la
contaminación. El estudio de las externalidades negativas tiene gran
importancia en el análisis económico de la necesidad de la actividad del Estado
para hacer frente a este tipo de imperfecciones del mercado.
2.
Aunque
conceptualmente resulte más complicado, con frecuencia se ha indicado que, en último
término, el desempleo es una forma de externalidad negativa. La base conceptual
de este criterio tiene su fundamento en el hecho de que cuando una empresa
despide trabajadores, está dejando el coste del desempleo en manos de la
sociedad.
3.
Según este
criterio, las prestaciones públicas por desempleo no serían otra cosa sino una
asunción por parte del Estado de una parte de ese coste que las empresas
externalizan a través de los despidos.
4.
Podemos
visualizar lo que el desempleo significa para la actividad empresarial si nos
situamos ante la hipótesis de una sociedad sin cobertura pública del desempleo.
Esto era habitual en las primeras etapas del capitalismo industrial. En este
contexto, las empresas tienen mayores dificultades para despedir trabajadores. El
despido tiene un impacto sensiblemente más traumático sobre los trabajadores
afectados que, lógicamente, se resistirán al despido con todas sus fuerzas. La
conflictividad social del despido se multiplica.
5.
En la práctica,
las prestaciones por desempleo, a pesar de tener como beneficiarios directos a
los trabajadores afectados, son un excelente instrumento para las empresas, en
la medida en que hacen sensiblemente más suaves los procesos de despido.
6.
Esta
estrategia es la contraria a la que habitualmente se utiliza en otro tipo de
externalidades negativas como, por ejemplo, en la contaminación del ambiente
por parte de las empresas. Lo lógico y habitual es que los organismos públicos
adopten distintas medidas para prohibir o desincentivar estas actuaciones
empresariales.
7.
Las
estrategias públicas habituales con respecto a la externalidad negativa que
supone el desempleo, sin embargo, no intentan impedirlo o desincentivarlo sino,
al contrario, destinan los esfuerzos fundamentales a subvencionar a las
personas despedidas para compensar parcialmente el daño sufrido. En la práctica,
como hemos dicho, esto no desincentiva los despidos sino, al contrario, los
hace mucho más fáciles.
8.
Aquí es donde
surge con claridad el diferente planteamiento conceptual en el que se basa el
Kurzarbeit. En lugar de destinar los esfuerzos públicos a suavizar el impacto
del desempleo, el Kurzarbeit pretende centrar los esfuerzos en reducir el número
de despidos, fundamentalmente a través del reparto del empleo.