El Futuro del Modelo de Desarrollo Vasco
I+D
¿NOS HEMOS RENDIDO?
AUDIO: https://youtu.be/sLEF2gvqM4Q
TEXTO (PDF): https://yadi.sk/i/ZzuKkpUBxTuzwA
1.
Con los datos
del año 2019, vemos otra vez con preocupación que el País Vasco tampoco ha aprovechado
los años de reactivación económica para recuperar posiciones perdidas en el ámbito
de la investigación y desarrollo.
2.
Los datos no
invitan al optimismo. Es cierto que la Unión Europea en su conjunto está en una
clara situación de estancamiento, muy lejos de los objetivos repetidamente
marcados por la Comisión Europea. Pero el estancamiento del País Vasco se
produce después de una sustancial reducción del esfuerzo tecnológico durante la
crisis. En conjunto, Europa no ha conseguido mejorar posiciones, pero el País
Vasco las ha empeorado sustancialmente.
3.
Tras 30 años
de continuado esfuerzo en el avance tecnológico, el País Vasco llegó a superar
la media europea en el esfuerzo en I+D s/PIB y, sin embargo, perdimos esta
posición en 2012. A partir de entonces, el diferencial entre la UE y el País
Vasco aumentó sustancialmente en nuestra contra, sin que estemos siendo capaces
de recuperar posiciones.
4.
Como
contraste con nuestro estancamiento –y con el europeo- China, en un proceso de
continuado avance tecnológico, nos superó en 2013 y continúa al alza.
5.
Recordemos
que el esfuerzo en I+D es un referente esencial para los territorios
industriales como el nuestro, en la medida en que nos da una referencia directa
de la evolución del futuro de nuestro posicionamiento competitivo. La inversión
en I+D no es tan importante en territorios no industriales, pero sí lo es para
nosotros. Especialmente si tenemos en cuenta que nuestra industria es de
tecnología media o baja, el riesgo que corremos de ser barridos por los países
emergentes con menores costes y capacidad tecnológica creciente es cada vez
mayor.
6.
En teoría, es
posible mantener la industria sin un esfuerzo tecnológico propio. Hay dos
estrategias que pueden soportar esta hipótesis:
A. Una estrategia de mano de obra barata (que cada vez tiene menos margen, ante
el empuje de los países emergentes y de China en particular)
B. Una estrategia basada en el mantenimiento de plantas de
fabricación dependientes de empresas matrices de otros territorios, apoyándose
en la existencia previa de un fuerte tejido industrial.
7.
En ambos
casos, se trata de estrategias cuyo éxito depende fundamentalmente de otros, en
el que perdemos iniciativa y control del tejido industrial y apostamos porque
las implantaciones industriales controladas desde el exterior se sigan manteniendo
o se atraigan nuevas, pero dejando las decisiones últimas en empresas externas.
Estas empresas, como sabemos, siempre priorizan el territorio propio ante
situaciones comparativamente similares.
8.
Es evidente
que perdiendo el pulso tecnológico corremos un altísimo riesgo de pérdida de
nuestra base productiva industrial a medio plazo. Sin embargo, hemos dejado
caer la inversión en I+D con una sorprendente pasividad.
9.
Lo realmente
sorprendente y alarmante de esta evolución, más que los datos estadísticos en sí
mismos, es precisamente la ausencia de debate de nuestra sociedad y nuestros
agentes económicos y políticos. La decadencia no es el resultado de tener retos
o problemas, sino de la falta de capacidad de hacer frente a los mismos. Da la
impresión de que nos hemos rendido. Y, si es así, ¿por qué?
Documentos sobre EL FUTURO DEL MODELO DE
DESARROLLO VASCO