Aplicación del Kurzarbeit
VENTAJAS E INCONVENIENTES PARA LOS TRABAJADORES
AUDIO: https://youtu.be/JOA9Obu7Qqg
TEXTO (PDF): https://yadi.sk/i/PJWmhZFqPhEVbg
1. En principio, los trabajadores son, lógicamente, el colectivo más
beneficiado por las políticas de reparto del trabajo o kurzarbeit como
instrumentos para hacer frente a crisis empresariales coyunturales. Sin
embargo, como veremos, la concreción de esta valoración general nos obliga a
distinguir entre unos y otros colectivos de trabajadores.
2. Disponer de un sistema estructurado de kurzarbeit y de una cultura
asentada de utilización de estos instrumentos, aumenta sensiblemente por sí
mismo la estabilidad de los puestos de trabajo. Este hecho es ya, de por sí, un
valor añadido importante para los trabajadores del territorio correspondiente.
3. En la aplicación concreta de los modelos de reparto del trabajo,
el colectivo de trabajadores que no es despedido es, lógicamente, el
beneficiado directo. Estos trabajadores evitan convertirse en desempleados y,
consecuentemente, reducir sus niveles de ingresos, su ubicación profesional y
perder progresivamente capacitación laboral. Como sabemos, el impacto negativo
del desempleo sobre el trabajador es económico, pero también social y
psicológico.
4. Por supuesto, esta ventaja puede transformarse en desventaja para
los trabajadores no afectados por los despidos. En el caso de estos
trabajadores, la expectativa de mantenimiento del pleno empleo es sustituida
por una reducción de jornada con pérdida parcial de ingresos. En economías
modestas, esta reducción puede generar un gran impacto personal y familiar.
Aunque, como sabemos, la financiación pública compensa habitualmente de forma
parcial esta pérdida de ingresos. El impacto de esta reducción de ingresos
sobre el clima laboral y social de la empresa depende del origen y la gestión
del proceso pero también, lógicamente, de la duración de la situación de
reparto del trabajo.
5. Por otro lado, en la empresa puede mantenerse una cierta
percepción de inseguridad de cara al futuro y, por lo tanto, el riesgo de que,
en una futura reestructuración, fuesen afectados por el despido trabajadores
que en el proceso actual no se consideran en riesgo. En apariencia, todo esto podría
crear una clara contradicción de intereses entre los dos colectivos de
trabajadores.
6. Sin embargo, con frecuencia los procesos de kurzarbeit se ponen en
marcha antes de que esté claramente identificado el colectivo de trabajadores
en riesgo de despido. Por otro lado, los valores de solidaridad y la labor
sindical son factores importantes que contribuyen sustancialmente a relativizar
las posibles suspicacias frente a los programas de reparto del trabajo por
parte del grupo de trabajadores que no se considera en riesgo de despido.
7. Por supuesto, la habitual complejidad del ajuste laboral y
productivo necesario para aplicar el proceso de reparto del trabajo genera
también pequeños problemas en la gestión de recursos humanos de los que
resultan valoraciones en ocasiones negativas del proceso por parte de los
trabajadores afectados.
8. La posición sindical tiene una gran importancia en la percepción
de estas ventajas e inconvenientes por parte de los trabajadores. Frente a la visión
y planteamientos de los empresarios y del gobierno, los trabajadores confían
habitualmente en los sindicatos como contrapunto y como intérpretes de sus
intereses, también en este tipo de procesos.
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