1. Hace décadas que se puso de manifiesto que el género es un
determinante de la salud y que es imprescindible incorporar la perspectiva de
género para abordar los problemas y las afecciones de salud que pueden acarrear
determinados acontecimientos y/o enfermedades. La pandemia del Covid19 ha
afectado de diferente manera a mujeres y hombres en el ámbito de la salud,
tanto por su diferente exposición a la enfermedad como por los síntomas y
consecuencias que ésta desencadena en función del sexo biológico. Además, es
necesario señalar la existencia de importantes diferencias entre las mujeres en
función de su edad, su raza, su estado de salud, su situación residencial, etc.
La mirada interseccional da luz a determinadas situaciones de vulnerabilidad
que pueden permanecer ocultas (mujeres con diversidad funcional, mujeres que
trabajan en prostitución, ancianas en residencias, extranjeras en situación
administrativa irregular, etc.). Por eso, se ha señalado la necesidad de
asegurar que los datos de incidencia, morbilidad, mortalidad y también de test
realizados se recojan y presenten de manera rutinaria desagregados por sexo,
edad y etnia. De esta forma se pueden tomar decisiones más acertadas sobre los
cuidados clínicos, los mecanismos de prevención y las estrategias de salud
pública (European Union, 2020:15-16)
2. A pesar de esto, los datos de morbilidad, hospitalización y
mortalidad por Covid19 no siempre aparecen desagregados por sexo. Se constata
que inicialmente las infecciones fueron más frecuentes en los hombres, pero a
partir del 31 de marzo de 2020, la magnitud de las cifras se igualó al aumentar
en las mujeres. Algunos países europeos presentan datos que revelan mayor
incidencia de las infecciones por Covid19 entre las mujeres, lo que podría
estar relacionado con la mayor longevidad de las mujeres y con la mayor
presencia de mujeres en empleos muy expuestos al virus.
3. En otros trabajos, se apunta también que podría haber un
infradiagnóstico de los casos entre las mujeres por los diferentes síntomas que
experimentan mujeres y hombres ante la enfermedad y también porque hay un menor
número de hospitalizaciones entre ellas (Ruiz Cantero, 2020). La mortalidad
entre los hombres es mayor, lo que parece estar asociado a factores de riesgo subyacentes
como la hipertensión o las enfermedades cardiovaculares y también con
comportamientos interconectados con normas de género como una higiene peor o
una menos adherencia a las prácticas de distancia social (European Union,
2020).
4. Las mujeres están más expuestas a la enfermedad por la división de
género tanto del trabajo productivo como del reproductivo. En cuanto al trabajo
productivo, son la mayoría del personal sanitario y no sanitario que trabaja en
hospitales y centros de salud (el 79% de la plantilla estructural de
Osakidetza). Son las que cuidan a personas mayores en residencias (8 de cada 10
personas que trabajan en este sector en España son mujeres) y en los hogares (casi
el 90% de las personas que cuidan a dependientes son mujeres) (Emakunde, 2020).
5. En España, las infecciones por Covid19 entre el personal sanitario
ha supuesto entre el 10 y el 11% de los casos en España, y entre ellos, tres
cuartas partes corresponden a mujeres, debido a su mayor presencia en estas
ocupaciones. Las trabajadoras sanitarias han tenido que soportar jornadas más
largas e intensas, muchas veces con Equipos de Protección Individual escasos e
inadecuados en cuanto a su talla. Muchas de ellas han estado preocupadas por
exponer a sus familias al riesgo de contagio y han tenido que buscar
alojamientos alternativos. Ello ha ocasionado impactos en el cuidado de sus
familiares, hijas e hijos así como esfuerzo financiero (European Union, 2020).
6. En el caso de Euskadi las mujeres representan el 51.4% de la
población. Por tanto, sí que se detecta algo más de incidencia de ellas en
casos, pero menos en muertes. Por territorios, la incidencia es algo mayor en
Gipuzkoa (una media de 290 casos por cada 100.000 hb. en 14 días) que en Álava
(266) y Bizkaia (269).
Datos sobre coronavirus a 24/05/2021 en Euskadi
|
Casos positivos |
Muertes |
Número |
202.227 |
4.302 |
% de mujeres |
52.3% |
49.37% |
Fuente: Open data Euskadi
7. Esta mayor exposición a la enfermedad ha supuesto una sobrecarga
de trabajo para las mujeres, con los consiguientes efectos negativos en el
bienestar físico y emocional. Debido a esto, han experimentado trastornos del
sueño, dificultades de concentración, ansiedad, etc. (Balluerka et al., 2020).
Las mujeres manifiestan que la pandemia afecta a su salud mental o emocional en
mayor medida que los hombres (Gobierno Vasco, 2020).
8. Además de las consecuencias causadas directamente por la
enfermedad, las mujeres han sufrido también la dificultad de acceder a
servicios básicos de salud materna, debido a que se han redirigido todos los
servicios a las necesidades médicas esenciales. La
disponibilidad de anticonceptivos y de servicios para otras necesidades podría
verse interrumpida. Esto podría suponer mayores riesgos para las mujeres
embarazadas, así como un incremento de las tasas de embarazo adolescente y de
las infecciones de transmisión sexual (Comisión Interamericana de Mujeres,
2020).
9. Bibliografía
Balluerka, Nekane et al. (2020). Las consecuencias psicológicas de
la COVID-19 y el confinamiento. Informe de investigación.
Comisión Interamericana de Mujeres (2020) Covid19 en la vida de
las mujeres. Razones para reconocer los impactos diferenciados. OEA.
European Union (2020) The gendered impact of the COVID19 crisis
and post-crisis period. Policy Departament for Citizens´ Rigths and
Constitutional Affairs.
Emakunde (2020) La igualdad en época de pandemia. El impacto del
Covid19 desde la perspectiva de género. Fundación EDE.
Gobierno Vasco/Eusko Jaurlaritza (2012) Percepciones ciudadanas sobre
la pandemia. Presidencia.
Ruiz Cantero, María Teresa (2020) Las estadísticas sanitarias y la
invisibilidad por sexo y de género durante la epidemia de COVID-19. Gaceta
Sanitaria, Vol. 35. Núm. 1: 95-98