1. El crecimiento de la economía China de las últimas décadas ha
sacado de la pobreza a millones de personas gracias a la creación de puestos de
trabajo y otras formas de oportunidades de mercado. Sin embrago, la
participación femenina en el mercado de trabajo formal ha ido decreciendo
constantemente durante la transición de una economía de planificación central a
una economía de mercado.
2. En la década de los 80, las mujeres constituían la mitad de la
fuerza laboral y en 1990 la participación de la mano de obra femenina alcanzó
el 83,7%. Sin embargo, en 2017 la tasa de participación había descendido al
68,8%.
3. Entre 1988 y 2009, la tasa de empleo femenina también disminuyó 20
puntos porcentuales, mientras la masculina caía 12 puntos porcentuales. Así,
junto con el importante aumento de la desigualdad de ingresos durante la fase
de reformas, las diferencias entre hombres y mujeres en las tasas de actividad
y empleo también han aumentado (Xiao y Asadullah, 2020).
4. Estas tendencias del mercado laboral en China contrastan
fuertemente con los patrones recientes observados en los países de la OCDE, la
participación de la mano de obra femenina ha aumentado considerablemente en las
últimas décadas.
5. Entre los factores que condujeron a una tendencia al alza de la
participación de las mujeres en el mercado laboral estadounidense después de la
segunda guerra mundial se encuentran, por ejemplo, la expansión del sector de
los servicios, el progreso tecnológico en materia de bienes de consumo
duraderos y el aumento de la escolaridad y el nivel salarial de las mujeres. En
las últimas décadas, China ha experimentado cambios socioeconómicos y
estructurales similares, pero la tasa de participación de las mujeres en el mercado
laboral formal ha disminuido continuamente.
6. Tras las reformas económicas y sociales, se desmantelaron las
disposiciones sociales de la época maoísta y las responsabilidades de cuidado
volvieron a pasar del Estado a los hogares. El desplazamiento de la carga de
los cuidados también ha limitado la capacidad de las mujeres para participar
plenamente en la economía de mercado y ha contribuido a aumentar las
desigualdades de género en la participación de la fuerza laboral, el empleo no
agrícola, los ingresos, las pensiones y los resultados de salud mental
(Connelly et al, 2018).
7. Muchos estudios recientes han explorado las razones de la
disminución de la oferta laboral femenina y el resurgimiento de la brecha de
género en la participación de la fuerza laboral en la China posterior a la
reforma. Sin embargo, Yuping Zhang, Emily Hannum y Meiyan Wang (2008) llegaron
a la conclusión de que las desventajas del capital humano y político de las
mujeres en los años posteriores a la reforma explican poco las diferencias de
género en la participación en la fuerza laboral y la tasa de empleo.
8. Junto con el drástico descenso de la participación femenina en el
mercado laboral, también han cambiado las normas sociales en China relacionadas
con los roles de género. Desde 2007 han resurgido las actitudes que apoyan los
roles de género tradicionales (incluidos los roles de género patriarcales), en
parte como resultado de una campaña de propaganda en los medios de comunicación
contra las mujeres profesionales solteras y educadas mayores de 27 años,
denominadas mujeres "sobrantes", llevada a cabo por el gobierno
central.
9. El reciente análisis de Saizi Xiao y M. Niaz Assadullah (2020)
sugiere que las normas sociales podrían ser más efectivas para reducir
significativamente la actual brecha de género en la tasa de participación
laboral en China. Este análisis confirma que las normas sociales son un
determinante clave de la participación de las mujeres en la población activa,
ya que representan casi la mitad (41,4%) de la parte no explicada de la brecha
de género.
10. Por lo tanto, además de ampliar el acceso de las mujeres a la
educación y mejorar su salud, las políticas deberían promover actitudes
favorables al empleo femenino, especialmente en tiempos de crisis económica.
11. Además, las iniciativas de reforma que puedan cambiar las
arraigadas normas sociales relativas al trabajo doméstico y las
responsabilidades de cuidado de las mujeres serán más decisivas para mejorar la
participación general de las mujeres en la población activa en la China
posterior a la reforma.
12. Bibliografía:
Connelly, R, Dong X-Y, Jacobsen, J &
Zhao, Y (2018), The care Economy in Post-Reform China: Feminist Research on
Unpaid and Paid Work and Well-Being, Feminist
Economics, 24:2, 1-30.
Xiao, S. & Asadullah, M. N. (2020),
Social Norms and Gender Differences in Labor Force Participation in China, Feminist Economics, 26:4, 114-148.
Zhang, Y., Hannum, E. y Wang, M. (2008),
“Gender-based Employment and Income Differences in Urban China: Considering the
Contributions of Marriage and Parenthood”, Social
Forces 86 (4): 1529-60.
Documentos sobre Empresa y Trabajo
Otros documentos de EKAI Center