SIN OPOSICIÓN INTERNA, EUROPA AL BORDE DEL CAOS
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1.
Si analizamos
las opciones de Europa ante la crisis del modelo neoliberal desde la perspectiva
de la economía política, es necesario reconocer que una barrera fundamental para
que nuestro continente aborde los retos pendientes es la práctica ausencia de oposición
interna.
2.
La realidad es
que, a partir del colapso de la Unión Soviética y la consolidación del neoliberalismo
como modelo dominante a nivel mundial, el espectro político en Europa occidental
se fue estrechando rápidamente, hasta hacer desaparecer de hecho las anteriores
diferencias ideológicas, al menos en lo que al modelo socioeconómico se refiere.
La propuesta de estrategias económicas alternativas se fue haciendo cada vez más
políticamente incorrecta y los conceptos de izquierda y derecha se
entremezclaron, trasladando su significado hacia conceptos culturales y o de
política familiar, en los que tampoco las diferencias son significativas entre
unos y otros grupos políticos.
3.
En la práctica,
las opciones políticas de cierta relevancia se enmarcan todas ellas en el
contexto del neoliberalismo, con matices a los que denominan “izquierda,
derecha o centro”, matices que no alteran la realidad de que todas ellas
respetan y, de hecho, asumen el modelo de desarrollo neoliberal.
4.
Evidentemente,
todo esto tiene mucho que ver con la realidad del enorme peso político que las
grandes corporaciones han adquirido durante las últimas décadas en Europa, como
consecuencia del cual tanto los gobiernos como los respectivos grupos de
oposición sienten pavor a la hora de desmarcarse de los límites que, a través
fundamentalmente de los medios de comunicación, establecen esas mismas
corporaciones.
5.
La
ausencia de pluralidad es un riesgo en cualquier modelo económico, pero lo es
mucho más en un modelo en crisis como el actual. Las últimas décadas nos han
revelado que la estrategia de las grandes corporaciones ha sido mantener el
sistema a toda costa, destruyendo progresivamente la economía y la sociedad
europeas, en la medida en que lo consideraban necesario. Esta destrucción,
apalancada en el hundimiento demográfico y en el creciente sobre-endeudamiento,
está llevando a Europa cada vez más cerca del colapso económico y social.
6.
Todo
parece indicar que, ante una economía real languideciente, la apuesta por la
financiarización creciente, la sobre-utilización de mano de obra barata, la
sobre-explotación laboral de la mujer, … se convirtieron en las estrategias de
huida hacia delante de nuestra élite corporativa, a pesar de la creciente
evidencia de que se trataba de estrategias letales para Europa a largo plazo. Aparentemente,
las grandes corporaciones europeas no han sido capaces durante 4 décadas de
encontrar otro camino para mantener viva la economía europea.
7.
Ante
esta situación, hace ya mucho tiempo que las fuerzas políticas deberían haber
planteado alternativas y que Europa en su conjunto debería haberse sumergido en
el análisis y en el debate de posibles opciones de futuro. Nada de esto ha
ocurrido, fuera de círculos marginales.
8.
Ante
la ausencia de una oposición interna que plantee alternativas a la crisis del
modelo neoliberal, las multinacionales y las grandes corporaciones han
continuado manteniendo con firmeza el timón de los gobiernos, profundizando en
la crisis financiera y estructural del modelo.
9.
La
élite corporativa ha demostrado no tener alternativas distintas de continuar
haciendo lo que venía haciendo durante décadas, en una lógica que apunta antes
o después a un estallido financiero y al colapso económico y social. Y no hay
fuerzas políticas en Europa que orienten o propongan alternativas a nuestros
ciudadanos. La ausencia de oposición interna ha colocado ya a Europa al borde
del caos.
“EL FUTURO DE
EUROPA. Bases para un nuevo modelo”
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