El Futuro del Modelo de Desarrollo Europeo LA ESTAFA DEL CAPITALISMO INCLUSIVO

El Futuro del Modelo de Desarrollo Europeo

LA ESTAFA DEL CAPITALISMO INCLUSIVO

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1. El capitalismo inclusivo, capitalismo de los “stakeholders”[1] o partes interesadas, concepto que llevan años impulsando las élites corporativas europeas es, cada vez con más claridad, una estafa.

2. El concepto se expandió en paralelo a las teorías sobre la “responsabilidad social de la empresa”. Teorías que, como sabemos, después de cerca de 50 años de esfuerzos, han resultado un fracaso.

3. Fracaso porque, en su ámbito fundamental, el de las empresas capitalistas, se ha demostrado una y otra vez que apenas ha conseguido ir más allá de un instrumento publicitario. La fuerza atractiva del beneficio y el poder es incompatible con esfuerzos significativos de “responsabilidad social”. En la práctica, la realidad de la responsabilidad social se ha ubicado una y otra vez en las empresas cooperativas, en las empresas públicas y en la actuación del Estado, a través de normas obligatorias, incentivos o penalizaciones. Sin este tipo de actividad del Estado las empresas capitalistas no van más allá de a donde les lleven sus esfuerzos publicitarios o de sus intereses de poder.

4. El concepto de “capitalismo inclusivo” o “stakeholder capitalism” no es otra cosa que la utilización de la responsabilidad social de la empresa como base para definir de forma atractiva el nuevo modelo de desarrollo que las élites corporativas pretenden poner en marcha como sustitución de un modelo de neoliberal ya en clara descomposición.

5. Se trata, en teoría, de que, no ya tanto las empresas en general sino las grandes corporaciones en particular, se “ocupen” crecientemente de la resolución de los problemas y retos de la sociedad en general y de los grupos de interés de la empresa en particular (trabajadores, proveedores, consumidores, …).

6. No hay que pensar demasiado para ver con claridad que lo que se pretende es precisamente que las grandes corporaciones vayan progresivamente sustituyendo al Estado en cada vez más funciones. De “preocuparse” por los grupos de interés se pasa rápidamente a “ocuparse” de ellos, en sustitución de los gobiernos. Se pretende, con claridad, avanzar hacia un poder creciente de las grandes corporaciones frente a un poder cada vez menor de los estados. Esto es lo que se está denominando como “tecno-feudalismo” o “feudalismo corporativo”.

7. El capitalismo inclusivo es uno de los pilares del proyecto “Gran Reinicio” que, aprovechando la “oportunidad histórica” que supone la pandemia COVID-19, pretende desapalancar o hacer estallar la burbuja financiera occidental evitando que ello genere una revuelta social y política en Occidente y, a partir de ese momento, poner en marcha un modelo social, económico y político ya no liderado por los estados sino por las grandes corporaciones occidentales.

8. El capitalismo inclusivo es, en este sentido, una piedra angular en el ámbito conceptual de este proyecto de dictadura corporativa que se está intentando poner en marcha en Europa. Ya hemos explicado que es muy posible que ese modelo ya no sea propiamente ni capitalista ni socialista, sino que tienda a evolucionar hacia un “feudalismo corporativo”.

9. La interrelación entre el proyecto “Gran Reinicio” del Foro Económico Mundial y el concepto de “capitalismo inclusivo” o “stakeholder capitalism” es evidente. Su protagonistas, las grandes corporaciones mundiales[2] –occidentales fundamentalmente-. Su estrategia, aprovechar el contexto de pandemia para poner en marcha el proyecto Gran Reinicio[3]: finiquitar el fracasado neoliberalismo a través de durísimas medidas sociales, políticas y económicas y poner en marcha un régimen de dictadura corporativa que ellos denominan “capitalismo inclusivo”, basado en la restricción de los derechos civiles y económicos de los ciudadanos europeos y el progresivo debilitamiento de los estados frente a las corporaciones.