UN PARAÍSO A NUESTRO ALCANCE

1.     Las visiones habituales del futuro de la humanidad a medio y largo plazo tienden a ser pesimistas y catastrofistas y a presentarnos futuros casi siempre distópicos. Esto es algo muy útil para las élites corporativas, en la medida en que la falta de esperanza en un posible futuro alternativo sensiblemente mejor que el actual es fundamental para evitar el cuestionamiento del sistema.

2.     Sin embargo, la realidad objetiva nos dice que, a través de un correcto uso de las opciones a nuestro alcance, la humanidad puede perfectamente vislumbrar un cambio radical a medio plazo hacia un mundo sensiblemente más avanzado y, a la vez, más humano.

3.     Por supuesto, esto requiere superar contradicciones estructurales como las que se han impuesto durante las últimas décadas en el conjunto de Occidente, en las que el avance tecnológico se ha asentado sobre una paralela destrucción demográfica, social y económica.

4.     La clave reside en comprender que el avance tecnológico permite mejorar el bienestar social, económico y espiritual de la humanidad, pero no lo asegura.

5.     En este momento histórico, tenemos avances tecnológicos y científicos suficientemente cercanos como para permitirnos ser, a la vez, realistas y optimistas frente al futuro de la humanidad.

6.     En el ámbito energético, la energía nuclear de fusión ya se encuentra a un horizonte estimado en 10 / 15 años para su explotación comercial. El impacto que ello puede suponer en el sector energético es evidente, pero también lo es su impacto radical sobre la evolución de la productividad social y económica a todos los niveles y la resolución de los retos medioambientales.

7.     Los vehículos autónomos terrestres y aéreos pueden modificar radicalmente el transporte de mercancías y de viajeros.

8.     Los sistemas de blockchain, la computación cuántica y la inteligencia artificial pueden transformar definitivamente la actividad financiera, el comercio, la administración pública y todo tipo de actividades administrativas y de servicios.

9.     La biología y la medicina nos apuntan a avances radicales en la reducción y cura de enfermedades, en la mejora de la calidad de vida y en la prolongación sustancial de la duración de la misma.

10. Si lo hacemos bien, estos avances técnicos y tecnológicos nos permiten construir un verdadero paraíso en la tierra. Con semanas laborales de 2 días, con personas más sanas y con vidas sensiblemente más largas, con un desarrollo cultural, humano y espiritual sensiblemente superior y con un reparto más justo de la riqueza.

11.  Todo ello depende, fundamentalmente, de que seamos conscientes de que la tecnología permite, pero no asegura, su buen uso y su utilización para el bien de la humanidad. Y de que está en nuestras manos el que estos instrumentos tecnológicos se utilicen en interés de esa élite corporativa que pretende llevarnos hacia un futuro aterrador bajo su control, o bien en función del interés general de la humanidad para construir así ese verdadero paraíso a nuestro alcance.

 

“EL FUTURO DE EUROPA. Bases para un nuevo modelo”
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